Trabajadores que se salvaron de quedar atrapados como sus 33 compañeros, advirtieron hoy que iniciarán movilizaciones para presionar por el pago de sus beneficios.
La empresa San Esteban, propietaria de la mina San José en el norte chileno, estudia si se declara en quiebra o no y hasta ahora ha cancelado solo una quincena del mes de septiembre de los salarios de al menos 300 trabajadores y ha dicho, de acuerdo con los obreros, que tendrían fondos sólo para pagar mes y medio mas.
Los mineros temen que entonces sus beneficios, como pagos por antigüedad, queden pendientes.
"Vamos a tener que empezar a pensar en actos de movilización...no acá (en la mina), por respeto a los compañeros (atrapados), pero sí frente a la Enami (la estatal Empresa Nacional de Minería) o la Intendencia" de Copiapó, 50 kilómetros al este de la mina, dijo Javier Castillo, secretario sindical de una de las dos agrupaciones obreras de la San Jose.
Esas movilizaciones, cuya fecha y forma aún no deciden, busca presionar para que prosperen iniciativas como que Enami le preste dinero a la empresa San Esteban y así ésta pueda cancelar las indemnizaciones, dijo Castillo a reporteros en la mina.
La compañía San Esteban no se ha pronunciado sobre los reclamos, mientras el gobierno mantiene que ayudará a los mineros, pero no toca el asunto de los salarios ni las indemnizaciones.
Castillo aseguró que el gobierno del presidente derechista Sebastián Piñera teme resolver el caso de la mina porque si lo hace estaría creando un precedente para otros reclamos laborales en el país.
Miembros del sindicato han dicho que el pago de todos los beneficios a los trabajadores costaría unos 600 millones de pesos(unos 1,2 millones de dólares).
Aunque otras empresas han ofrecido algunos trabajos a los mineros de la San José, ellos afirman que no pueden aceptarlos porque si renuncian pierden una indemnización legal por antigedad que deben pagar los dueños de la compañía minera.
Por su parte, los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto a unos 700 metros de profundidad en la mina de cobre y oro, cobran sus salarios, que en total suman unos nueve millones de pesos al mes (18.000 dólares) y que está pagando la llamada Asociación Chilena de Seguridad, una aseguradora laboral, que los considera como trabajadores accidentados, sino físicamente, si incapacitados para laborar porque están atrapados, dijo a los reporteros Alejandro Pino, representante de la Asociación para el rescate y atención de los mineros sepultados.
La ley chilena dice que al producirse el accidente la empresa cesa el pago y lo asume la Asociación o una mutual, cuyos fondos son alimentados precisamente por las compañías para estos casos.
Los mineros firmaron un poder a fines de agosto, en documentos enviados a través de un tubo apodado la paloma, para que un familiar reciba el cheque de pago en el mismo campamento, indicó.
Es también la Asociación, una organización privada sin fines de lucro y que reúne a 1,7 millones de trabajadores de al menos 39.000 empresas, la que costea la comida que cada día consumen los mineros atrapados, así como medicinas, un equipo de sicólogos, entre otros, aseguró Pino.
Una vez que salgan los 33 y los médicos certifiquen que se encuentran en buen estado para comenzar a laborar, la Asociación cesará el pago. Después "ya lo verán las autoridades. Nosotros nos preocupamos solamente hasta su completa recuperación".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario