Calama nuevamente sale a la palestra a nivel nacional, la columna del reconocido arquitecto y docente universitario, Felipe Assadi, llama a pensar nuevamente sobre las características que hacen de esta comuna un lugar muy especial, donde las condiciones extremas (clima), sus contrastes (pobreza y riqueza) y la falta de espacios públicos hacen pensar que ésta realmente puede ser la ciudad más fea de Chile.
Lo mínimo que podemos hacer, es pensar un poco sobre lo que ofrece la Tierra de Sol y Cobre, después de todo, no debemos olvidar que siempre existe la queja que versa que los turistas siempre van directo del aeropuerto a San Pedro de Atacama, y Calama sólo se vuelve un puente para alcanzar la belleza del interior de nuestra Región.
Entonces debemos recapitular y ver si esta comuna merece tan deplorable título. Conversamos con el alcalde de Calama, Esteban Velásquez quien no quiso dar un juicio respecto a estas declaraciones, señalando que esto ya es cuento viejo, pero sí envió un mensaje a las autoridades capitalinas.
"Para crear cualquier plan de diseño se necesitan recursos, entonces envíenos más plata y podremos cambiar la ciudad", expresó.
Calameños
De acuerdo a Felipe Assadi, fueron los propios calameños quienes le dieron ese aplastante veredicto, por ello conversamos con algunos loínos que manifestaron su personal opinión respecto al tema.
Uno de ellas fue Ana Muñoz, quien ha vivido por más de treinta años en Calama, y dice que esta ciudad tiene una belleza distinta que no todos identifican y menos valoran. "Hay puntos que son contrastes sumamente bellos como los verdes espacios de oasis versus el desierto, como en Yalquincha. Pero lo que no podemos negar es que si se trata atractivos dentro de la ciudad hay pocos, y hacen faltas más referentes que no son muy complicados de obtener, como la pileta con llamas, que es nuevo referente de Calama y que muchos se retratan en ellos".
Para el arquitecto loíno, Sergio Martínez, Calama no es una ciudad fea, sino que está olvidada, hace falta generar proyectos que hagan que las personas se la jueguen por querer y cuidar más la comuna.
"Si urbanizamos bien la ciudad, aumentamos la iluminación y corregimos los problemas de tránsito existentes, podemos hacer que las personas por fin atesoren más sus casas y lentamente generen lugares agradables a la vista y que demuestren el sentimiento que tiene la ciudadanía a una tierra tan generosa como ésta", dijo.
Ciertamente, Calama no se caracteriza por su belleza visual y habría que comparar la Tierra de Sol y Cobre con otras velipendiadas para dar un juicio fiel, como Tocopilla y Copiapó.
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